lunes, 1 de noviembre de 2010

¿Se puede escoger el sexo de un hijo?

Sabemos que el embrión humano se forma con la unión del óvulo materno y el espermatozoide paterno. Estos espermatozoides son de dos tipos, los que llevan la carga genética «X» engendrarán una mujer (46XX) y los que llevan la carga genética «Y» que al unirse al óvulo (que siempre es «X») completarán la carga genética característica de un varón (46XY). La tecnología puede determinar artificialmente el sexo de los hijos, generando en el laboratorio la unión del óvulo y el espermatozoide. En el proceso denominado «fecundación in vitro» (FIV) se escoge previamente el espermatozoide X ó Y para garantizar la elección del sexo del hijo que será concebido. Esta técnica es llamada « microsort » en inglés, y los que la practican aseguran haber engendrado desde 1995 más de 1,300 bebés. Su práctica se originó en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos como un método para escoger el sexo de los animales. La otra técnica se denomina « preimplantation genetic diagnosis (PGD) » y podría traducirse como «diagnóstico genético antes de la implantación». Con el PGD se forman varios embriones por fecundación in vitro y durante 2 ó 3 días se estudian los genes de cada uno identificando cuáles serían embriones de hombres y cuáles de mujeres. Posteriormente, se escoge el embrión deseado y se implanta en el útero de la madre. Las compañías privadas que se dedican a este negocio ofrecen a los esposos entre el 60 y el 100 por ciento de éxito. Esta eficacia dependerá de la cantidad de dinero que la pareja desee «invertir». La más eficaz -al menos, según su campaña publicitaria- es el PGD y su costo aproximado es de 20 mil dólares por hijo escogido.